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Mostrando las entradas de enero, 2024

Los muertos no escriben, pero los leemos por Daniel Hidalgo

  Sobre  Los muertos no escriben , de Emilio Ramón (Los Perros Románticos, 2022) __ En su reconocido ensayo,  Edición y Subversión , Robert Darnton desbarata una ilusión: aquella que nos presentaba a la Ilustración, regida por los dogmas de Voltaire y el positivismo del siglo 18, como la madre de todas las revoluciones intelectuales, como un ideal a seguir a modo de manual de las ideas, de comportamiento y moral, la mirada impuesta por las escuelas y sus planes y programas nacionales. Para ello, Darnton desentrama la denominada Ilustración tardía, nos focaliza en una patota de panfletistas y editores piratas que trabajan al margen de lo legal, gestores de la edición ilegal, de la cultura clandestina. Estos personajes, muchos con antecedentes delictuales y en constante convivencia con el mundo del hampa, elaboraron una escena cultural que transgredía las normas y los conceptos de literatura en muchos sentidos posibles. Bastante de esto hay en la novela que nos convoca, una ciudad moribu

[Crítica] «Calamidad»: Encontrarse en el destiempo por Cristián Brito

  La nueva entrega de la autora chilena Camila Fadda Gacitúa es un libro conmovedor, honesto, lleno de imágenes y de conceptos relacionados con el amor y la eternidad de la misma poesía, al modo de un legado donde la belleza radica en la simpleza de lo cotidiano. Por  Cristián Brito Villalobos Publicado el  7.1.2024 «Y a no me pertenezco/ le pertenezco al conjunto vacío», dice uno de los versos del poemario  Calamidad  (Los Perros Románticos, 2022) de Camila Fadda (1966), dejando una huella de lo que es este libro en donde la hablante se desdobla para hablarnos de las pequeñas calamidades de cada día. Reconocer el cuerpo que habitamos y gobernamos como el único universo que conocemos. Cada verso que compone este texto es encontrarse en el destiempo. En ese lugar seguro que es su refugio, la poeta escapa de la locura del ajetreo diario de la ciudad. Su perro la mira y ella le devuelve la mirada con la complicidad de dos amigos que no necesitan decirse nada pero que de igual forma lo dic