1. ¿De qué escriben mayoritariamente los autores cuando son convocados a hablar de fútbol? ¿Triunfos, derrotas? ¿Qué sentimiento prima?
Lo que prima es la nostalgia. Los hinchas del fútbol somos muy melancólicos. Vivimos hablando de cosas que se fueron, de partidos o jugadores que quisiéramos recuperar, todo ambientado en una niñez vista desde lejos y con interferencia. Por lo mismo, en esta antología hay ídolos regionales, borrachos y perdidos que son parte del imaginario cultural del fútbol chileno. Me interesa el balompié en su expresión humana y mundana, sin edulcorantes forzados, sin la estética del superhéroe.
2. ¿Cuánto pesa la experiencia personal y qué espacio tiene la ficción a la hora de escribir sobre tu club de fútbol favorito? ¿Hay espacio para imaginar?
Sí, hay espacio para imaginar y ficcionalizar. Y eso mismo es lo que busca esta antología: hacer literatura sobre clubes del fútbol chileno. No me interesa el registro histórico, me da igual el archivo o el rigor de los datos, hay periodistas e historiadores que hacen muy bien ese trabajo y no me interesa entrar allí. Lo mío es la literatura y la antología es un botón de un proyecto mayor. Los lectores se encontrarán con cuentos y momentos tan dispares como el gol de Miralles a Colo Colo el 2008, un penal atajado por Viana con el hígado perforado, unos VHS robados que esconden la historia de Rangers de Talca, un lateral derecho del General Velásquez, es decir, nuestra Chilean premier league sin maquillaje.
3. Como escritor has desarrollado bastante la relación entre fútbol y literatura, ¿cuál es tu apreciación sobre este vínculo?
Es un vínculo que hay que seguir reformulando. En Chile aún es muy incipiente, y eso que hay mucho material sobre el cual desarrollar conceptos e ideas. Además, la escritura de fútbol no puede estar solamente en manos de los periodistas deportivos, hay que abrir ese espectro a otros lugares y disciplinas. Se hace urgente y necesario problematizar las formas y el lugar desde el cual narramos el balompié criollo.
4. Como fanático de la Católica, ¿qué sientes al editar y leer cuentos de otros clubes?
Es complejo, sobre todo con los cuentos de los clásicos rivales jajaja. Más allá del folclore y de las bromas (tan necesarias, por cierto), lo que buscaba en todos los cuentos de la antología era literatura y verosimilitud. Acá hay no tablas de excel, acá hay narraciones. Todos los clubes poseen el mismo nivel de interpretación y complejidad, cada uno esconde su espacio arquitectónico, pues en el fondo es una forma de hablar de la ciudad a la que pertenecen.
5. ¿Cómo convocaste a los autores de esta antología?
Empecé a recordar y preguntar por escritores-hinchas. Fue un trabajo de investigación en donde un cuento me llevo a otro. De algunos equipos como el Audax o Cobresal no encontré, de otros me encontré más de uno y tuve que optar por los que más me gustaron, hubo otros que los encargué a medida, como el cuento de sobre el brasileño Liminha a Rodrigo Ramos Bañados. Así se fue dando todo, como una cadena futbolera-literaria que espero no abandonar jamás.
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