Habitáculos o maneras de narrar llegó hasta mí envuelto en unas hojas blancas, delgadas, un poco transparentes. Sobre esas hojas, unas letras rosadas. Dentro del libro, entre sus páginas, una tarjeta con relieves y otras letras rosadas, las mismas que las del envoltorio. Pensé en la imagen de una flor que se repliega para protegerse durante la noche y se abre para ver la luz, y todo lo hace con un cuidado infinito, con la milimétrica sabiduría de la naturaleza. Pensé en eso porque también es lo que vi al leer el primer libro de Amparo Arias Villalobos, un cuidado infinito, una búsqueda de cada una de las palabras que crean un mundo delicado, pero también inquietante, y duro, como el que habitamos quienes estamos expuestos a la vida, al cuerpo y sus caprichos y sus decadencias, el paso del tiempo que erosiona todo, a todo aquello que se escapa a nuestro control. El libro que es poemario tiene tres partes: Lengua, Cuerpo y Dermis, y aborda de manera no lineal, claro está, ni del to...
Lo grotesco como estética Nueve cuentos articulados a través de momentos terminales, colección de apocalipsis colectivos o individuales que llevan indefectiblemente hacia la decadencia, ya sea porque sus personajes cruzaron o están por cruzar la raya y alcanzar ese punto de no retorno donde ya nada importa. Esta colección de cuentos se siente como escuchar un disco punk: es un libro corto y directo, sin adornos, con un tono cínico que permea y organiza todos los relatos, dándole un filtro de escepticismo que anula la nostalgia, pese al constante regreso a un tiempo anterior. Destacan los relatos Tommy Gun;, que utiliza el homoerotismo como parte de un ritual de iniciación a la adultez, pero cuyo destino se pierde en la decadencia. Lo más disfrutable de este cuento es como construye un sentido de identidad basado en la curiosidad fetichista, lo que se vuelve hilarante si pensamos que se trata sobre un hombre con dos vergas ;Escritor Fantasma casi un himno bolañesco, que convierte l...